RIESGOS (DEFINICIÓN)
Constituye una probabilidad de daño o condición de vulnerabilidad, siempre dinámica e individual. No implica necesariamente daño, no otorga certezas, ni relaciones directas y deterministas, sino una probabilidad de ocurrencia de éste.
La idea central del enfoque de riesgo es poder anticiparse al daño, y centrarse en la prevención, por lo que es indispensable que se realice una buena distinción entre riesgo y daño.
Implica necesariamente una mirada hacia los factores protectores. Los factores de riesgo están directamente relacionados a los factores protectores en una relación inversamente proporcional y deben ser ponderados en forma diferenciada, relevando la importancia de los factores protectores para la prevención y promoción en salud.
El enfoque de riesgo sirve para realizar una focalización de las intervenciones en cuanto a la prevención y realizar un trabajo relacionado al ínter sector, en cuanto a la definición de los factores sociales, que pueden eventualmente actuar como protectores o riesgos para la población.
Los equipos de salud familiar deben definir los tipos de intervención a realizar de acuerdo a los factores de riesgo identificados. La identificación de los factores debe orientarse a la realización de las intervenciones requeridas, consensuadas por el equipo promover, prevenir o tratar.
A pesar de que los factores de riesgo y las intervenciones a realizar de acuerdo a éstos, se establecen convencionalmente en los equipos de salud familiar, existe consenso en que riesgos de grupos etéreos vulnerables, como los niños, o riesgos vitales, deben ser intervenidos sin excepciones o convenciones definidas por el equipo de salud familiar.
Es la probabilidad de que suceda un evento, impacto o consecuencia adversos. Se entiende también como la medida de la posibilidad y magnitud de los impactos adversos, siendo la consecuencia del peligro, y está en relación con la frecuencia con que se presente el evento.
Es una medida de potencial de pérdida económica o lesión en términos de la probabilidad de ocurrencia de un evento no deseado junto con la magnitud de las consecuencias.
Elemento o condición que implica cierto grado de riego o peligro. Característica congénita, hereditaria o derivada de una exposición o del hábito de vida que se asocia a la aparición de una enfermedad. Todo lo que aumenta la posibilidad de que se contraiga una enfermedad. Cualquier cosa que puede aumentar la probabilidad de padecer una enfermedad. En algún factor de naturaleza ambiental, orgánica, psicológica o social en el genotipo o en el fenotipo, o alguna enfermedad anterior al efecto que se esta estudiando. Más importante es la edad. La infección ocurre con mayor frecuencia en los niños menores de 10 años, pero se puede observar en adolescentes y ocasionalmente en adultos. Es algo que hace que su probabilidad de contraer una enfermedad o su condición aumente.
Los factores de riesgo son las circunstancias y característica del cliente y la operación que hacen que exista una mayor probabilidad de corresponder con una operación sospechosa de lavado de activos.
DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
Riesgo: La probabilidad de un efecto adverso, o factor que aumenta esa probabilidad.
Análisis del riesgo: el proceso integrado por tres elementos interrelacionados: la evaluación del riesgo, la gestión del riesgo y la comunicación del riesgo.
Evaluación del riesgo: las actuaciones destinadas a identificar y valorar cualitativa y cuantitativamente los peligros y a considerar y caracterizar el riesgo para la salud de la población.
Gestión del riesgo: las actuaciones destinadas a evitar o minimizar un riesgo para la salud. Este proceso comprende, si es necesario, la selección y aplicación de las medidas de prevención y control más adecuadas, además de las reglamentarias.
Comunicación del riesgo: el intercambio interactivo, a lo largo del proceso de evaluación y gestión del riesgo, de información y opiniones relacionadas con los peligros y riesgos, entre las personas encargadas de la evaluación y las encargadas de la gestión, los usuarios de los servicios médicos, los prestadores y pagadores, la comunidad académica y demás partes interesadas. La comunicación comprende la explicación de los resultados de la evaluación del riesgo y de los fundamentos de las decisiones tomadas en el marco de la gestión del riesgo.
Para prevenir las enfermedades y los traumatismos, es fundamental dedicar atención
Preferente a los riesgos para la salud. En la esfera sanitaria, las imágenes más emotivas e impactantes son las de las personas enfermas, pero para prevenir las enfermedades y los traumatismos es necesario proceder primeramente a la evaluación y la reducción sistemáticas de sus causas.
Una parte importante de la labor científica y la mayor parte de los recursos sanitarios se dirigen hacia el tratamiento de las enfermedades; predomina el principio de la «asistencia a persona en peligro». Los datos sobre el desenlace de enfermedades o traumatismos, por ejemplo la mortalidad o la hospitalización, suelen centrarse en la necesidad de servicios paliativos o curativos.
En cambio, las evaluaciones de la carga resultante de factores re riesgo estiman el potencial de la prevención. Una excepción notable tiene que ver con las afecciones transmisibles, pues el tratamiento de los individuos infectados puede prevenir la propagación ulterior de la infección, con lo que el tratamiento en sí mismo puede ser un método de prevención.
Incluso cuando se presta atención preferente a las causas además de al resultado de las
enfermedades, gran parte de la actividad científica se ha centrado en determinar si existe
un riesgo ¿Provocan leucemia las radiaciones electromagnéticas? ¿Provocan tumores cerebrales los teléfonos móviles?
La evaluación del impacto en poblaciones enteras preguntando qué parte de la carga de
morbilidad de una población puede deberse a un riesgo concreto ha sido mucho menos
frecuente.
Hay que tener en cuenta muchos factores a la hora de fijar prioridades en las estrategias
de reducción de riesgos para la salud. Son particularmente importantes la magnitud de la amenaza que suponen los distintos factores de riesgo, la disponibilidad de intervenciones costo eficaces y los valores y preferencias de la sociedad. Esos factores también son fundamentales para determinar las prioridades de investigación; si existe una amenaza importante y se carece de soluciones costos eficaces, esa amenaza debe ser prioritaria en el programa de investigaciones. Los gobiernos también tienden a asegurarse de que su programa se centre en las principales amenazas para la salud en sus países. Por todo ello, un elemento básico en la determinación de prioridades es disponer de información fiable, comparable y de interés local sobre la magnitud de los diferentes riesgos para la salud, especialmente para los gobiernos que estén estableciendo orientaciones generales en materia de política e investigación sanitarias.
Por lo general, no obstante, esa información ha sido sumamente limitada, lo que ha dado lugar a un vacío en el que algunos grupos de intereses pueden intentar restar importancia a algún riesgo o exagerarlo. Además, existe un desequilibrio implícito en la información de los medios acerca de los riesgos: no se habla de las grandes amenazas comunes para la salud, pues el público ya las conoce, mientras que las amenazas
raras o poco habituales tienen gran interés periodístico.
La rectoría, una de las funciones básicas del gobierno, exige una visión amplia, un horizonte a largo plazo y un criterio basado en pruebas objetivas, así como la información emanada de evaluaciones fiables y comparables de la magnitud de los distintos riesgos sanitarios. El presente informe ayuda a corregir la escasez de esa información. En él se reconoce que el análisis de los riesgos es un empeño político además de científico, y que la percepción del riesgo por parte del público también debe tenerse en cuenta en ese análisis, incorporando cuestiones relacionadas con los valores, los procesos, el poder y la confianza.
Los papeles y las aportaciones respectivas de la evaluación de los riesgos, la comunicación, la gestión de riesgos, la relación costo-eficacia y la elaboración de políticas constituyen lo esencial del informe.
FACTORES QUE ALTERAN LA SALUD.
FACTOR DE RIESGO
Se entiende bajo esta denominación la existencia de elementos, fenómenos, ambiente y acciones humanas que encierran una capacidad potencial de producir lesiones o daños materiales, y cuya probabilidad de ocurrencia depende de la eliminación y/o control del elemento agresivo.
RIESGO
Se denomina riesgo a la probabilidad de que un objeto material, sustancia ó fenómeno pueda, potencialmente, desencadenar perturbaciones en la salud o integridad física del trabajador, así como en materiales y equipos.
FACTORES DE RIESGO FÍSICO - QUÍMICO
Este grupo incluye todos aquellos objetos, elementos, sustancias, fuentes de calor, que en ciertas circunstancias especiales de inflamabilidad, combustibilidad o de defectos, pueden desencadenar incendios y/o explosiones y generar lesiones personales y daños materiales. Pueden presentarse por:
• Incompatibilidad físico-química en el almacenamiento de materias primas.
• Presencia de materias y sustancias combustibles.
• Presencia de sustancias químicas reactivas.
FACTORES DE RIESGO BIOLÓGICO
En este caso encontramos un grupo de agentes orgánicos, animados o inanimados como los hongos, virus, bacterias, parásitos, pelos, plumas, polen (entre otros), presentes en determinados ambientes laborales, que pueden desencadenar enfermedades infectocontagiosas, reacciones alérgicas o intoxicaciones al ingresar al organismo.
Como la proliferación microbiana se favorece en ambientes cerrados, calientes y húmedos, los sectores más propensos a sus efectos son los trabajadores de la salud, de curtiembres, fabricantes de alimentos y conservas, carniceros, laboratoristas, veterinarios, entre otros.
Igualmente, la manipulación de residuos animales, vegetales y derivados de instrumentos contaminados como cuchillos, jeringas, bisturís y de desechos industriales como basuras y desperdicios, son fuente de alto riesgo. Otro factor desfavorable es la falta de buenos hábitos higiénicos.
FACTORES DE RIESGO PSICOSOCIAL
La interacción en el ambiente de trabajo, las condiciones de organización laboral y las necesidades, hábitos, capacidades y demás aspectos personales del trabajador y su entorno social, en un momento dado pueden generar cargas que afectan la salud, el rendimiento en el trabajo y la producción laboral.
FACTORES DE RIESGOS FISIOLÓGICOS O ERGONÓMICOS
Involucra todos aquellos agentes o situaciones que tienen que ver con la adecuación del trabajo, o los elementos de trabajo a la fisonomía humana.
Representan factor de riesgo los objetos, puestos de trabajo, máquinas, equipos y herramientas cuyo peso, tamaño, forma y diseño pueden provocar sobre-esfuerzo, así como posturas y movimientos inadecuados que traen como consecuencia fatiga física y lesiones osteomusculares.
FACTORES DE RIESGO QUÍMICO
Son todos aquellos elementos y sustancias que, al entrar en contacto con el organismo, bien sea por inhalación, absorción o ingestión, pueden provocar intoxicación, quemaduras o lesiones sistémicas, según el nivel de concentración y el tiempo de exposición.
FACTORES DE RIESGO FÍSICO
Se refiere a todos aquellos factores ambientales que dependen de las propiedades físicas de los cuerpos, tales como carga física, ruido, iluminación, radiación ionizante, radiación no ionizante, temperatura elevada y vibración, que actúan sobre los tejidos y órganos del cuerpo del trabajador y que pueden producir efectos nocivos, de acuerdo con la intensidad y tiempo de exposición de los mismos.
FACTORES DE RIESGO ARQUITECTÓNICO
Las características de diseño, construcción, mantenimiento y deterioro de las instalaciones locativas pueden ocasionar lesiones a los trabajadores o incomodidades para desarrollar el trabajo, así como daños a los materiales de la empresa, como:
• Pisos, escaleras, barandas, plataformas y andamios defectuosos o en mal estado.
• Muros, puertas y ventanas defectuosas o en mal estado.
• Techos defectuosos o en mal estado.
• Superficie del piso deslizante o en mal estado
• Falta de orden y aseo.
• Señalización y demarcación deficiente, inexistente o inadecuada.
FACTORES DE RIESGO ELÉCTRICO
Se refiere a los sistemas eléctricos de las máquinas, equipos, herramientas e instalaciones locativas en general, que conducen o generan energía y que al entrar en contacto con las personas, pueden provocar, entre otras lesiones, quemaduras, choque, fibrilación ventricular, según sea la intensidad de la corriente y el tiempo de contacto.
FACTORES DE RIESGO MECÁNICO
Contempla todos los factores presentes en objetos, máquinas, equipos, herramientas, que pueden ocasionar accidentes laborales, por falta de mantenimiento preventivo y/o correctivo, carencia de guardas de seguridad en el sistema de transmisión de fuerza, punto de operación y partes móviles y salientes, falta de herramientas de trabajo y elementos de protección personal, . Los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) de los EEUU, a través de su Sistema de vigilancia de las conductas que son factores de riesgo (Behavioral Risk Factor Surveillance System), acaban de dar a conocer los datos acerca de los estilos de vida que implican factores de riesgo, correspondientes al año 2008. En estos datos lo llamativo es que los hombres acumulan más factores de riesgo para su salud que las mujeres.
He aquí las diferencias entre hombres y mujeres:
TRASTORNOS DE LA SALUD.
El término trastorno tiene diferentes usos. Puede hacer referencia a una alteración leve de la salud o a un estado de enajenación mental, por ejemplo. Trastorno es, por otra parte, la acción y efecto de trastornar (invertir el orden regular de algo o perturbar el sentido o la conducta de alguien).
Un trastorno psicológico, por ejemplo, hace referencia a un desequilibrio del estado mental de una persona. Por lo general, quien sufre de este tipo de trastornos acude a un especialista (el psicólogo) para recibir tratamiento (a través de la psicoterapia y otras técnicas).
El conjunto de afecciones psiquiátricas que modifican el normal desarrollo de las relaciones interpersonales es conocido como trastorno de personalidad. Los psicólogos creen que existen distintos factores genéticos y ambientales que pueden suscitar la aparición de ese trastorno, que altera el patrón complejo de características psicológicas que definen a un individuo.
Los trastornos alimentarios son aquellas enfermedades que se manifiestan a través de una conducta alimentaría y que suponen el reflejo de otros problemas, como la distorsión de la propia imagen corporal y la adquisición de ciertos valores mediante el cuerpo.
La bulimia y la anorexia, por ejemplo, son dos de los trastornos alimentarios más usuales y que afectan a miles de personas en todo el mundo.
Los trastornos de salud afectan a millones de adultos y niños cada año. Ciertos trastornos son leves, pero existen otros que son más discapacitante y exigen tratamiento y atención más intensos.
La mayoría de gente que sufre de desordenes mentales pueden regresar a su vida normal y productiva si reciben el tratamiento apropiado. De acuerdo a las estadísticas proporcionadas por el Instituto Nacional de la Salud Mental, los trastornos de la salud representan cuatro de las 10 causas principales de discapacidad en las economías de mercado establecidas, como la de Estados Unidos, y son las siguientes:
1. La depresión grave (también llamada depresión clínica).
2. El trastorno maníaco depresivo (también llamado trastorno bipolar).
3. La esquizofrenia.
4. El trastorno obsesivo compulsivo.
Se calcula que un 26 por ciento de los estadounidenses de 18 años de edad o mayores (alrededor de uno de cada cuatro adultos, o más de 57.7 millones), padece algún tipo de trastorno mental diagnosticable anualmente.
Aproximadamente 18.8 millones de estadounidenses adultos (es decir, el 9.5 por ciento) de 18 años de edad o mayores padecen alguna enfermedad depresiva casa año (depresión grave, trastorno bipolar o distimia). Muchos de ellos sufrirán discapacidad durante semanas o meses innecesariamente por no tratar su enfermedad.
Los diferentes problemas que surgen en nuestra sociedad con relación a los trastornos de la salud.
• Estadísticas
• La evaluación psiquiatrita completa.
• El equipo de tratamiento psiquiátrico.
• Cuando buscar tratamiento.
• Los trastornos del estado de ánimo.
• Los trastornos de ansiedad.
• Los trastornos alimentarios.
• Los trastornos de la personalidad.
• La esquizofrenia.
• La drogadicción/ la dependencia de sustancias químicas.
• Los trastornos de la Salud Mental en los niños y adolescentes.
Entre los tipos de trastornos mas destacados, tenemos:
1. Trastornos psicopatológicos.
1.1. Trastorno de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia
1.1.1. Retraso Mental
1.1.2. Trastornos del aprendizaje
1.1.2.1. Trastornos de lectura
1.1.2.2. Trastornos del cálculo
1.1.2.3. Trastorno de la expresión escrita
1.1.2.4. Trastorno del aprendizaje no especificado
1.1.3. Trastorno de las habilidades motoras: Trastorno del desarrollo de la coordinación
1.1.4. Trastornos de la comunicación
1.1.4.1. Trastorno del lenguaje expresivo
1.1.4.2. Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo
1.1.4.3. Trastorno fonológico
1.1.4.4. Tartamudeo
1.1.5. Trastornos generalizados del desarrollo
1.1.5.1. Trastorno autista
1.1.5.2. Trastorno de Rett
1.1.5.3. Trastorno de Asperger
1.1.5.4. Trastorno desintegrativo de la infancia
1.1.6. Trastornos por tics
1.1.6.1. Trastorno de la Tourette
1.1.6.2. Trastornos por tics, motores o verbales, crónicos
1.1.6.3. Trastorno por tics transitorios
1.1.7. Trastornos de la eliminación
1.1.7.1. Encopresis funcional
1.1.7.2. Enuresis funcional
1.2. Discapacidad psíquica de origen genético
1.2.1. Síndrome de X Frágil
1.2.1.1. Causas del síndrome
1.2.1.2. Como se produce
1.2.1.3. Como se detecta
1.2.1.4. Incidencia
1.2.1.5. Problemática y efectos
1.3. Trastornos del sueño
1.3.1. Electrofisiología del sueño humano normal
1.3.2. Ontogenia del sueño
1.3.3. Regulación del sueño
1.3.4. Trastornos primarios del sueño
1.3.4.1. Disomnias
1.3.4.2. Parasomnias
1.3.4.3. Trastorno del sueño relacionado con otro trastorno mental
1.3.4.4. Otros trastornos del sueño
1.3.5. Evaluación de los trastornos del sueño
1.4. Trastornos del estado de ánimo (TEA)
1.4.1. Modelo tetradimensional de la depresión
1.4.1.1. Síntomas del estado depresivo
1.4.1.1.1. El humor depresivo
1.4.1.1.2. La alergia
1.4.1.1.3. La discomunicación
1.4.1.1.4. La ritmopatía
1.4.1.2. Las causas de la depresión
1.4.1.3. Las cuatro categorías básicas de la depresión
1.4.1.3.1. La depresión endógena
1.4.1.3.2. La depresión neurótica
1.4.1.3.3. La depresión situativa
1.4.1.3.4. La depresión somatógena
1.4.1.4. La evolución de los cuadros depresivos
1.4.1.5. Los subtipos neuroquímicos de la depresión
1.5. Trastornos afectivos
1.5.1. Historia en los trastornos afectivos
1.5.2. Etiopatogenia de los trastornos afectivos
1.5.2.1. Genética
1.5.2.2. Hallazgos anatómicos
1.5.2.3. Neurotransmisores
1.5.2.4. Hallazgos endocrinos
1.5.2.5. Nuevas líneas de investigación en la etiopatogenia de los trastornos afectivos.
1.5.3. Episodios afectivos
1.5.3.1. Episodio depresivo mayor
1.5.3.1.1. Síntomas y trastornos asociados
1.5.3.1.2. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo
1.5.3.1.3. Diagnóstico diferencial
1.5.3.2. Episodio maníaco
1.5.3.2.1. Síntomas y trastornos asociados
1.5.3.2.2. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo
1.5.3.2.3. Diagnóstico diferencial
1.5.3.3. Episodio mixto
1.5.3.3.1. Sïntomas y trastornos asociados
1.5.3.3.2. Diagnóstico diferencial
1.5.3.4. Episodio hipomaníaco
1.5.3.4.1. Síntomas y trastornos asociados
1.5.3.4.2. Diagnóstico diferencial
1.5.4. Trastornos depresivos
1.5.4.1. Trastorno depresivo mayor
1.5.4.1.1. Síntomas y trastornos asociados
1.5.4.1.2. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo. Prevalencia.
1.5.4.1.3. Diagnóstico diferencial
1.5.4.2. Trastorno distímico
1.5.4.2.1. Síntomas y trastornos asociados
1.5.4.2.2. Síntomas dependientes de la edad y el sexo. Prevalencia
1.5.4.2.3. Diagnóstico diferencial
1.5.4.3. Trastorno depresivo no especificado
1.5.5. Trastornos bipolares
1.5.5.1. Trastorno bipolar I
1.5.5.1.1. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo. Prevalencia
1.5.5.1.2. Diagnóstico diferencial
1.5.5.2. Trastorno bipolar II
1.5.5.2.1. Síntomas y trastornos asociados
1.5.5.2.2. Síntomas dependientes del sexo. Prevalencia
1.5.5.2.3. Diagnóstico diferencial
1.5.5.3. Trastorno ciclotímico
1.5.5.3.1. Síntomas y trastornos asociados. Síntomas dependientes de la edad y el sexo. Prevalencia y curso.
1.5.5.3.2. Diagnóstico diferencial
1.5.5.4. Trastorno bipolar no especificado
1.5.6. Otros trastornos del estado del ánimo.
1.5.6.1. Trastornos del estado de ánimo debido a enfermedad médica
1.5.6.1.1. Diagnóstico diferencial
1.5.6.2. Trastorno de ánimo inducido por sustancias
1.5.6.2.1. Sustancias específicas
1.5.6.2.2. Diagnóstico diferencial
1.5.6.3. Trastorno de ánimo no especificado
1.6. Esquizofrenia y trastornos psicóticos
1.6.1. Evolución histórica del concepto de esquizofrenia
1.6.2. Criterios diagnósticos del DSM-IV
1.6.2.1. Caraterísticas diagnósticas
1.6.2.2. Subtipos
1.6.2.3. Síntomas y trastornos asociados
1.6.2.4. Síntomas dependientes de la cultura, edad y sexo
1.6.3. Prevalencia
1.6.4. Evolución
1.6.5. Diagnóstico diferencial
1.6.6. Relación con los criterios diagnósticos de investigación de la CIE-10
1.6.7. Trastornos esquizofreniforme
1.6.8. Trastorno esquizofreniforme
1.6.9. Trastorno delirante
1.6.10. Trastorno psicótico breve
1.6.11. Trastorno psicótico compartido
1.6.12. Trastorno psicótico debido a una enfermedad médica
1.6.13. Trastorno psicótico inducido por sustancias
1.6.14. Trastorno psicótico no especificado
1.6.15. Evaluación de la esquizofrenia
1.6.15.1. Escalas evaluadoras de síntomas
1.6.15.2. Escalas de autoinforme
1.6.15.3. Entrevistas psiquiátricas
1.6.16. Bibliografía esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
1.7. Trastornos de la personalidad
1.7.1. Criterios diagnósticos
1.7.2. Procedimiento de tipificación
1.7.3. Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo
1.7.4. Curso
1.7.5. Diagnóstico diferencial
1.7.6. Modelos dimensionales para los tratornos de personalidad
1.7.7. Etiopatogenia
1.7.8. Trastornos de la personalidad del grupo A
1.7.8.1. Trastorno paranoide de la personalidad
1.7.8.2. Trastorno esquizoide de la personalidad
1.7.8.3. Trastorno esquizotípico de la personalidad
1.7.9. Trastornos de la personalidad del grupo B
1.7.9.1. Trastorno de la personalidad por evitación
1.7.9.2. Trastorno de la personalidad por dependencia
1.7.9.3. Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
1.7.9.4. Trastorno de la personalidad no especificado
2. Trastornos relacionados con los nucleótidos
2.1. Alteraciones del metabolismo de las purinas
2.1.1. Hiperuricemia y gota
2.1.2. Síndrome de Lesch-Nyhan
2.1.3. Inmunodeficiencias
2.1.4. Deficiencia en adenosina fosforribosiltransferasa (APRT)
2.1.5. Xantinuria
2.2. Alteraciones en el metabolismo de las pirimidinas
2.2.1. Aciduria orótica hereditaria
2.2.2. Deficiencia en pirimidina-5’ nucleotidasa
2.2.3. Deficiencia en dihidropirimidina deshidrogenasa
2.2.4. Deficiencia en dihidropirimidinasa
2.3. Bibliografía
3. Trastornos relacionados con los aminoácidos
3.1. Trastornos del metabolismo de los aminoácidos
3.1.1. Fenilcetonuria
3.1.2. Tirosinosis
3.1.3. Alcaptonuria
3.1.4. Albinismo
3.1.5. Histidinemia
3.1.6. Enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce
3.1.7. Hipervalinemia
3.1.8. Otras alteraciones del metabolismo de los aminoácidos de cadena ramificada
3.1.9. Acidemia propinoica
3.1.10. Hiperglicinemia no cetónica
3.1.11. Acidemia metilmalónica
3.1.12. Hiperoxaluria
3.1.13. Hiperprolinemia
3.1.14. Hidroxiprolinemia
3.2. Trastornos relacionados con enzimas en el ciclo de la urea
3.2.1. Déficit de cabamilfosfato-sintetasa
3.2.2. Déficit de ornitina-transcarbamilasa
3.2.3. Citrulinemia
3.2.4. Argininsuccinicoacidemia
3.2.5. Argininemia
3.2.6. Hiperlisinemia
3.3. Trastorno del metabolismo de los aminoácidos azufranados
3.3.1. Cistationinuria
3.3.2. Homocistinuria
3.3.3. Metioninemia
1-Definición de trastornos personalidad.
Un trastorno de personalidad está determinado por un conjunto de afecciones psiquiátricas que alteran el normal desarrollo de las relaciones interpersonales. Aunque su causa no puede ser determinada con exactitud, los especialistas hablan de la existencia de diversos factores genéticos y ambientales que contribuyen a su desarrollo.
La personalidades un patrón complejo de características psicológicas que definen a un individuo. A partir de su personalidad, una persona da significado a su entorno, construye su propia imagen e interactúa con el medio. Cuando aparece un trastorno de personalidad, el sujeto no puede adaptarse a las diferentes situaciones de la vida cotidiana, ya que su personalidad se vuelve inflexible y funciona de forma distorsionada.
Dos de los principales componentes de la personalidad son el temperamento (que es innato y no se puede modificar pero sí controlar) y el carácter (que se forma con la experiencia). Las fallas en el desarrollo de la persona inciden en el temperamento y en el carácter y pueden derivar en un trastorno de personalidad.
La ansiedad, la depresión, el elevado nivel de estrés y los ataques de pánico pueden ser síntomas de estos trastornos.
Entre los distintos tipos de trastornos de la personalidad aparecen los trastornos antisociales, histriónicos, obsesivo-compulsivos, evasivos, narcisistas, esquizoide y paranoicos.
Los especialistas dividen estos trastornos en tres grandes tipos: Grupo A, donde incluyen a los desórdenes excéntricos; Grupo B, que abarca a los desórdenes dramáticos, emocionales o erráticos; y Grupo C, para los trastornos ansiosos o temerosos.
El tratamiento de los trastornos de personalidad incluye las psicoterapias y el uso de fármacos. El suministro de remedios variará de acuerdo al tipo de trastorno y a la reacción del paciente.
2- Definición de trastornos de ansiedad
Un trastorno es una alteración de la salud o un estado de enajenación mental. El concepto hace referencia a un desequilibrio que perturba el sentido o la conducta de un sujeto.
La ansiedad, por su parte, es un estado de inquietud o agitación del ánimo. Aunque no siempre es patológica (sino que es una emoción común que cumple con una función vinculada a la supervivencia), la ansiedad puede acompañar a algunas enfermedades como la neurosis.
En un estado de ansiedad, el sistema dopaminérgico del organismo se pone en funcionamiento como una respuesta frente a ciertos problemas o peligros. Cuando esta característica innata se transforma en patológica, estamos ante la presencia de un trastorno de ansiedad.
Existen diversos tipos de trastornos de ansiedad. El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) presenta una preocupación excesiva y constante respecto a diversos temas, pese a que el individuo no esté sufriendo ningún problema importante en particular. El TAG se refleja en problemas para dormir, irritabilidad, cansancio frecuente y contracturas musculares.
Los trastornos de ansiedad secundarios están vinculados al consumo de ciertas sustancias (como la cafeína, la marihuana o la cocaína), a una condición médica (hipertiroidismo, hipoglucemia) o a otros trastornos psicológicos (fobias, anorexia nerviosa u otros).
Por último, podemos mencionar a los trastornos de ansiedad social, que aparecen relacionados con los encuentros y reuniones sociales. De esta forma, quienes padecen este trastorno se sienten incómodos e inseguros cuando mantienen conversaciones o participan de fiestas, por ejemplo. El problema radica en el temor exagerado a ser objeto de un juicio negativo por parte del otro.
3- Definición de trastornos mental.
Un trastorno mental es un síndrome o un patrón psicológico de significación clínica, que suele aparecer vinculado a un malestar o una discapacidad. En este sentido, cabe destacar que una enfermedad mental es una alteración de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, que se traduce en trastornos del razonamiento, del comportamiento, de la comprensión de la realidad y de la adaptación a las condiciones de la vida.
Los trastornos mentales pueden ser ocasionados por factores biológicos (ya sean genéticos, neurológicos, etc.), ambientales o psicológicos. Por eso requieren de una atención multidisciplinaria que permita mejorar la calidad de vida de la persona.
Aunque existen diversas categorías de trastornos mentales, las principales hacen referencia a los trastornos neuróticos y los trastornos psicóticos.
Los trastornos neuróticos afectan la percepción del sujeto sobre sí mismo y el nivel de aceptación del Yo. Sin embargo, no suponen una desconexión con la realidad ni un alejamiento importante de la vida social.
Los trastornos psicóticos, en cambio, pueden incluir alucinaciones, delirios y una grave alteración afectiva y relacional. Por lo general, están determinados por factores orgánicos de importancia.
Es importante tener en cuenta que la definición de trastorno mental ha cambiado con el tiempo. Hasta 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluía a la homosexualidad y la transexualidad en su listado de trastornos mentales.
Por otra parte, la salud mental es definida como el completo bienestar psíquico y social, mientras que un trastorno mental implica la pérdida de dicho bienestar por motivos de distinta índole.
4- Definición de trastornos bipolar.
El trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar es una psicosis maníaco-depresiva que se caracteriza por la alternancia de períodos de euforia y excitabilidad (manía) y períodos de depresión. El paso entre un estado y otro puede ser abrupto.
Los especialistas afirman que el trastorno bipolar tiene su origen en un desequilibrio químico de los neurotransmisores, un tipo de biomoléculas que se encuentran en el cerebro. Por eso, los afectados por el trastorno son tratados con fármacos, además de la psicoterapia.
La rapidez con que cambia el estado de ánimo del sujeto varía de acuerdo a la intensidad del trastorno. Se habla de ciclos lentos, ciclos rápidos y ciclos ultrarrápidos, donde un individuo puede pasar de la depresión a la euforia incluso en el mismo día. La forma más leve de trastorno bipolar es conocida como ciclotimia.
La fase maníaca (de euforia) se caracteriza por la hiperactividad, incremento de la energía, autoestima elevada, falta de autocontrol, comportamientos precipitados y una tendencia a la distracción.
La fase depresiva, en cambio, presenta un sentimiento de desesperanza y falta de valor, apatía, trastornos del sueño y de la alimentación, aislamiento, desgano, baja autoestima y tristeza permanente.
Cabe destacar que el trastorno bipolar puede derivar en adicciones como el alcoholismo y la drogadicción. En los casos más extremos, el sujeto puede llegar al suicidio, por lo que los especialistas advierten que se trata de un trastorno de alto riesgo que exige un cuidado adecuado. Ante los mencionados síntomas, es recomendable la consulta a un psicólogo o psiquiatra.
5- Trastornos de amnésicos
El síntoma primario común en los trastornos amnésicos es un trastorno de la memoria que provoca una incapacidad significativa en el funcionamiento social o laboral. El diagnóstico del trastorno amnésico no puede establecerse cuando el paciente sufre otros signos de deterioro cognitivo, como los presentes en la demencia, o cuando presenta deficiencia de atención o conciencia, como se ve en el delirium.
Los trastornos amnésicos se diferencian de los disociativos (como la amnesia se diferencia disociativa, la fuga disociativa o el trastorno de identidad disociativo) por la presencia, identificada o presunta, de una enfermedad médica general que causa el trastorno (por ejemplo, una historia de trauma cefálico o envenenamiento por monóxido de carbono).
No existen estudios definitivos sobre la incidencia y prevalencia de los trastornos amnésicos. Sin embargo algunos trabajos documentan la incidencia o la prevalencia del deterioro de la memoria en trastornos específicos (como por ejemplo, en la esclerosis múltiple). La amnesia es frecuente en los trastornos relacionados con el abuso de alcohol, y un incremento de amnesia producida por trastornos craneoencefálicos. Se destaca que la estructura neuroanatómica más importante relacionadas con la memoria y el desarrollo de un trastorno amnésico son estructuras di encefálicas concretas.
El síntoma central de los trastornos amnésicos es el desarrollo de un trastorno de memoria caracterizado por el deterioro en la capacidad de aprender información nueva (amnesia antero grada) y de recordar conocimientos previamente aprendidos (amnesia retrógrada). El síntoma debe ocasionar problemas significativos en el ámbito social y laboral. El período de tiempo del que el paciente sufre amnesia puede iniciarse en el trauma o incluir período anterior a éste.
También puede perderse la memoria de lo que ocurre mientras dura un trastorno físico (por ejemplo; durante un episodio cerebro vascular). Normalmente se deteriora la memoria reciente y a corto plazo. El paciente no recuerda lo que tomó para desayunar, el nombre del hospital o de su médico. En ocasiones la amnesia es tan profunda que los pacientes pierden la orientación sobre la ciudad y el momento, aunque la orientación sobre las personas se pierde rara vez. El recuerdo de la información muy repetida o de acontecimientos del pasado remoto, como las vivencias de la niñez, suelen conservarse bien; pero la memoria de los acontecimientos menos remotos (de la última década) esta deteriorada.
6- Trastornos degenerativos.
Los trastornos degenerativos que afectan a los ganglios básales se han asociado, normalmente, no sólo con trastornos del movimiento, sino también con depresión, demencia y psicosis. Entre los ejemplos más conocidos de trastornos degenerativos están las enfermedades de Parkinson, Huntington, Wilson y Fahr. La enfermedad de Parkinson implica la degeneración primaria de la sustancia nigra, y suele ser de causa desconocida. Como se ha mencionado es una enfermedad de ganglios básales, comúnmente asociada a demencia y depresión. Entre un 20 y un 30 % de la población parkinsoniana sufre demencia, y un 30 a un 40 % más presentan defectos cognitivos mensurables. Los movimientos lentos del paciente son paralelos a la lentitud de pensamiento que afecta a algunos de estos pacientes, que algunos clínicos llaman bradifrenia.
La enfermedad de Huntington degenera, fundamentalmente, el núcleo caudado y es una enfermedad autosómica dominante. Este tipo de demencia que acontece en esta enfermedad es de tipo subcortical, caracterizada por más anomalías motoras y menos anomalías del lenguaje que las demencias de tipo cortical.
La de Wilson es una enfermedad autosómica recesiva que provoca el depósito destructivo de cobre en los núcleos lenticulares. La enfermedad de Fahr es un trastorno hereditario poco común que provoca la calcificación y destrucción de los ganglios básales.
7- Trastornos metabólicos.
La encefalopatía metabólica es una causa frecuente de defunción cerebral orgánica, capaz de producir alteraciones en los procesos mentales, comportamiento y funciones neurológicas. Es un diagnostico que debe de considerarse siempre que concurran cambios recientes y bruscos en la conducta, pensamiento o conciencia. Las primeras manifestaciones suelen ser deterioro de la memoria, sobre todo de la memoria reciente, y de la orientación.
Algunas pacientes se muestran agitados, ansiosos e hiperactivos; otros tranquilos, ausentes e inactivos. Con el progreso de la encefalopatía metabólica, la confusión y el delirium dan paso a la disminución de respuestas, estupor y, finalmente, la muerte.
Un tipo de encefalopatía es la denominada encefalopatía hepática, donde el fallo hepático, se caracteriza por alteraciones de conciencia, asterix, hiperventilación y anormalidades en el EEC.
La alteración de la conciencia puede variar desde la apatía hasta la somnolencia o el coma. Otros síntomas psiquiátricos asociados son los cambios en la memoria, en .las capacidades intelectuales generales y en la personalidad.
El fallo renal se asocia a alteraciones de la memoria, orientación y conciencia. La inquietud, hormigueo en los miembros, espasmos musculares e hipo persistente son otros síntomas asociados. Los síntomas neuropsiquiatricos suelen ser reversibles en los pacientes jóvenes con episodios breves de uremia, en la población mayor con episodios de uremia prolongados, los síntomas neuropsiquiatricos pueden ser irreversibles.
8- Trastornos orgánicos.
Tradicionalmente, los trastornos orgánicos cerebrales, se definían como trastornos con una patología identificable (Ej., tumor cerebral, enfermedad cardiovascular, intoxicación por drogas). Los trastornos cerebrales sin base orgánica aceptada de un modo general (como, por ejemplo, esquizofrenia o depresión), se denominaban trastornos funcionales.
Históricamente, la neurología se ocupaba del tratamiento de los llamados trastornos orgánicos. Todas las revistas médicas, neurológicas y psiquiátricas, están llenos de estudios y datos sobre la base orgánica de los grandes trastornos psiquiátricos.
Si se analiza sin sesgos los datos de que disponemos, no es posible llegar a otra conclusión que no sea que todo trastorno psiquiátrico tiene un componente orgánico (es decir, biológico). Por ello, se considera que el concepto de trastorno funcional puede inducir a error, y de ahí que ambos términos “funcional” y su oponente histórico, “orgánico” se haya eliminado.
El término funcional también se utiliza en el contexto científico básico para contraponer las anormalidades funcionales a las estructurales. Esta distinción resulta también anticuada, ya que la neurociencia básica permite hoy identificar las correlaciones estructurales de las anormalidades funcionales a nivel genético y molecular. Esta división entre estructura y funcional depende sólo del nivel biológico en el que se decide arbitrariamente establecer el corte. Lo más acertado es aceptar que todo trastorno biológico, incluidas las enfermedades mentales, presenta. En algún nivel, una patología estructural que se refleja en forma de trastorno de función o regulación.
9- Trastornos del sueño.
Las enfermedades del sueño, también denominadas trastornos del sueño, corresponden a un amplio grupo de desórdenes que afectan el desarrollo normal del ciclo sueño-vigilia. Algunos trastornos del sueño pueden ser lo bastante serios como para interferir con el funcionamiento normal físico, mental y emocional.
Pueden afectar el curso del sueño directamente, o hacerlo de manera secundaria. Por ejemplo, los casos de asma nocturno y otros síndromes respiratorios, pueden asociarse con una oxigenación deficitaria durante la noche e incluso con crisis de asifixia, induciendo un despertar prematuro, con dificultades para volver a conciliar el sueño. Se distinguen básicamente tres síntomas: insomnio, dificultades para iniciar o mantener el sueño, y sueño excesivo durante las fases de vigilia.
Generalmente los pacientes acuden al médico por tres causas principales:
• Incapacidad crónica para dormir adecuadamente durante la noche.
• Fatiga crónica.
• Una manifestación conductual anormal en el sueño mismo.
En la evaluación y posterior diagnóstico es importante seguir un registro cuidadoso de la historia del paciente, donde la estimación del paciente, y la de los compañeros de cuarto es esencial para el diagnóstico.
10- Trastornos relacionados con el consumo de sustancias.
La complejidad engendrada por el uso de sustancias ilegales queda reflejada en la terminología asociada, que parece variar cada vez que los profesionales de este ámbito y los comités gubernamentales se reúnen para discutir el tema. Un ejemplo de esto hace referencia al nombre que reciben las sustancias que afectan a las funciones cerebrales.
En 1964 la organización Mundial de la Salud llego a la conclusión de que él termino de adicción no era demasiado científico y recomendó que se sustituyese por el de “dependencia de sustancias”.
Este concepto ha tenido muchos significados reconocidos oficialmente y muchos significados utilizados comúnmente a través del tiempo. En esencia, se ha recurrido a dos conceptos para referirse a la dependencia: la dependencia conductual, hace hincapié en las actividades de búsqueda de la sustancia y la evidencia asociada de patrones de consumo patológicos, y la dependencia física subraya los efectos fisiológicos de cada episodio en el que se consume la sustancia. De forma específica, cuando se habla de dependencia física se tiene en cuenta la presencia de fenómenos de tolerancia o abstinencia como criterios para la clasificación.
Otros aspectos fundamentales que también influyen en los trastornos de la salud:
Psiquiatría: Es la parte de la medicina que se encarga de la atención de los enfermos mentales (tratamientos, diagnósticos, etc.).
Enfermería psiquiatrita: Es la parte de la enfermería que se encarga de brindar asistencia a los enfermos mentales.
Psicología: se encarga del estudio de la conducta humana.
Enfermedad funcional: es aquella que aparentemente no tiene una base orgánica (son de orden emocional). Ejemplo: neurosis, psicosis.
Enfermedad psicosomática: es la configuración de una enfermedad orgánica con factores emocionales. Ejemplo: ulcera peptica.
Fusión: falsa percepción.
Obsesión: idea fija sobre la cual la persona no tiene control.
Compulsión: repetición involuntaria de una actividad.
Ansiedad: sentimiento interno de desasosiego.
Temor: emoción violenta y paralizante.
Fobia: miedo algo (claustrofobia: miedo a lugares cerrado.
Trastorno de la salud por mecanismo mentales
Las defensas de la mente sirven para disminuir la inseguridad y proteger la autoestima personal. Entre los más comunes tenemos los siguientes:
1- Proyección: por medio de estos mecanismos. Atribuidos a otras personas o cosas fuera de nosotros mismos. Nuestras fallas y debilidades personales.
2- Racionalidad: cuando se trata de justificar un acto informal. Por medio de una excusa que parece racional.
3- Desplazamiento: Descargar los impulsos sobre algún, objeto inofensivo.
4- Transferencia: dirigir un sentimiento algo o alguien que no sea el original.
5- Fijación: a pesas de conocimiento físico de una persona se fija en una etapa que no corresponde a su desarrollo.
6- Regresión: cuando el individuo regresa a una etapa anterior.
7- Compensación: es u instinto por la inferioridad
8- Introyeccion: tendencia a incorporar cualidades de otra personal.
9- Identificación: el deseo de ser como otra personal.
Factores que pueden contribuir al desarrollo de las enfermedades mentales:
1- Factores góticos (herencia) predisposiciones que se hacen.
2- Factores ambientales.
3- Problemas orgánicos
• Traumatismo del cerebro.
• Tumor tardío.
• Sífilis tardía
• Fiebre (convulsión).
4- Factores interpersonales
• Relación con los miembros de su familia.
5- Factores intrapersonales (que están dentro del individuo).
• Actitud y autoestima del individuo
6-Avitaminosis: falta de vitaminas.
PROBLEMAS PSIQUIATRICOS
El diagnóstico de una enfermedad psiquiátrica se basa en el examen psiquiátrico y una seria de técnicas consideradas como exámenes complementarios. En el curso del examen psiquiátrico lo más importante es escuchar al paciente pero no debe olvidarse nunca la observación (de la mímica, los gestos y el comportamiento), ni el examen medico en el sentido clásico del término.
En todos los casos el estudio de los antecedentes (anamnesis) es muy importante, ya sean familiares (herencia, condicionamiento del medio) o personas (datos biográficos de la infancia); embarazos (deseados o no, normales o patológicos); traumatismos al nacer, estudio de las condiciones afectivas y del medio, de las cualidades de la educación moral, religiosa, sexual, etc.
Después del examen clínico, del interrogatorio y de los exámenes complementarios (dosificación biológica, balance endocrino, electroencefalograma, etc.) el paciente será enviado a un psicólogo para un examen psicosométrico, que permite avaluar sus funciones intelectuales y la estructura de su personalidad. Así, gracias a una prueba psicológica (que constituye una situación experimental estandarizada, que sirve de estimulo a un comportamiento) se puede evaluar al paciente por medio de una comparación con los resultados estadísticos que han proporcionado otros sujetos sometidos al mismo examen. Existen dos grandes pruebas psicométricas: una de eficiencia y otra de personalidad.
Las pruebas de eficiencia permiten conocer el nivel intelectual. Además del coeficiente intelectual global, se valora el coeficiente intelectual verbal sitúa al sujeto en una escala estadística.
La prueba de Rorschach está constituida por diez cuadros con manchas simétricas de tinta.
El paciente debe decir lo que ve, sus interpretaciones, sus evaluaciones, el contenido, la originalidad, etc. Lo que le sirve al médico como elementos para el diagnostico. Con un examen de este tipo se llega a la definición del concepto de deterioro mental. Si un sujeto es sometido a una situación definida y responde con eficiencia interior a la que debería, comparándolo con los individuos análogos o con su comportamiento anterior, se dice que el sujeto ha sufrido un deterioro mental, lo que no quiere decir que el sujeto sea demente ni que tenga una deficiencia orgánica.
Las pruebas de personalidad se realizan mediante cuestionarios sobre la personalidad fáciles de resolver. Cuando se aplican a un grupo permiten separar rápidamente a las personas normales de aquellas que tienen trastornos psíquicos (neuróticos) y a las que debe practicárselas un examen mas profundo. Con estas pruebas se tiende a explorar la personalidad global; el sujeto es enfrentado a una situación esbozada en líneas generales a la que responde en función de sus tendencias profundas y de la organización de su personalidad. Al estructurar el material pop diferenciado de la prueba; al paciente se expresa por entero, con originalidad: se proyecta en su respuesta. La configuración de los resultados, analizarlos y clasificarlos, conduce a la descripción de la personalidad, aun retrato psicológico y no a un perfil. Las técnicas son muy variadas: la prueba de Rorschach, la de completar frases, imágenes o historias, o los dibujos con un tema determinado, que se utilizan mucho en paidopsiquiatría (dibujos de la familia, de un árbol, etc.).
Muchos problemas psiquiátricos que pueden padecer los adultos han sido generados antes de que se cumplieran los 14 años. Esta es la conclusión a la que se ha llegado en el XVII Congreso Mundial de la Asociación Intencional Psiquiatrita Infantil y Juventud que se celebró en Australia el presente mas de septiembre.
Los expertos indican que en temas como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se pueden establecer estrategias a seguir para detectar los posibles síntomas y evitar así las consecuencias en un futuro a largo plazo. Los planes de intervención se deben realizar desde un primer momento, desde la primera infancia. Es necesaria una adecuada información y orientación tanto a padres como personal sanitario, prevenir el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es obligatorio, la sociedad se resiste a reconocer que existen trastornos psiquiátricos en los más pequeños y por esta razón, los padres no acuden a los psiquiatras infantiles.
Padres, profesores, personal sanitario, etc., aprender a identificar algunos síntomas para detectar este problema puede resolver que el pequeño tenga una vida normal en un futuro, hay que librarse de las asociaciones que se tiene entre loco y psiquiatra. Ante algún tipo de duda lo mejor es acudir al pediatra y si este indica que es necesaria la asistencia al psiquiatra infantil, hay que acudir sin tapujos, está en juego la salud mental de tu hijo.
El consumo de bebidas alcohólicas puede asociarse a muy variados tipos de enfermedades psiquiátricas. En ocasiones estas patologías anteceden al alcoholismo y actúan como factor desencadenante. Con mayor frecuencia, el consumo continuado de dosis elevadas de alcohol acaba provocando graves problemas psicopatológicos. En cualquier caso, cuando se producen estos casos de comorbilidad siempre es necesario realizar un correcto diagnóstico y tratamiento de ambas.
Síndromes depresivos y/o ansiosos, aunque sean leves y reactivos a situaciones ambientales estresantes (muerte de un familiar, paro laboral, etc.) pueden constituir la puerta de entrada en el síndrome de dependencia alcohólica en pacientes que ya anteriormente presentasen consumos alcohólicos de riesgo. Es frecuente que, incluso habiendo desaparecido el factor desencadenante, el síndrome de dependencia progrese y perpetúe un cuadro depresivo.
El consumo continuado de bebidas alcohólicas puede comportar la aparición de trastornos psiquiátricos graves. Entre éstos citaremos las psicosis y celotipias alcohólicas, las alucinosis alcohólicas y los síndromes depresivos entre los más frecuentes.
La acción tóxica continuada del alcohol sobre el SNC puede comportar la aparición de una progresiva atrofia cortical, que en su mínima expresión se manifiesta en forma de demencia alcohólica leve, en la que predominan el déficit amnésico, el humor vacuo, irritabilidad, agresividad verbal, actitudes pueriles y marcada desinhibición, incluso en ausencia de bebidas alcohólicas. En sus formas más graves la acción tóxica del alcohol da lugar a los conocidos síndromes de Wernicke-Korsakov y a la demencia alcohólica de moderada a severa.
Como herramienta al servicio del hombre, la medicina se vale del conocimiento adquirido en su ámbito científico aplicándolo al alivio del sufrimiento mental asociado con los trastornos de la salud mental. La psiquiatría suele adoptar un modelo médico para afrontar los trastornos mentales, pero considera tanto los factores biológicos como psicológicos, socio/culturales y antropológicos.
La psicoterapia, o "tratamientos psicológicos", han demostrado ser eficaces en muchos problemas psiquiátricos (o psicopatológicos desde la psicología). Muchos psiquiatras deciden formarse en esta disciplina de la Psicología, después de finalizar su formación en medicina especializada en psiquiatría.
Según diferentes modelos, su acción puede desarrollarse en un hospital (psiquiatría hospitalaria), en la atención primaria (psiquiatría ambulatoria) o en la comunidad (psiquiatría comunitaria).
Tratamientos
Los tratamientos psiquiátricos suelen dividirse en dos tipos: biológicos y psicoterapéuticos.
1. Los biológicos son aquellos que actúan a nivel bioquímico en el cerebro del paciente, como es el caso de las medicinas y el electroshock.
2. Los psicoterapéuticos son aquellos que se valen de técnicas como la psicoterapia para mejorar la condición del paciente. Sin embargo, la psicoterapia es un aplicación de la psicología, útil en el tratamiento de trastornos psiquiátricos. La mayoría de psiquiatras luego de su postgrado deciden especializarse en una o más corrientes terapéuticas como el Psicoanálisis, Terapia Gestalt, Psicología Humanista o Terapia Cognitiva, etc. Sin embargo, las universidades y centros de preparación de postgrado han ido reconociendo paulatinamente la necesidad de un estudio disciplinado de la psicoterapia durante los años de formación regular como parte del entrenamiento normal del psiquiatra.
Los fármacos psicotrópicos son el tratamiento biológico más común utilizado en la actualidad (no por tanto necesariamente el mejor), mientras que en los tratamientos psicoterapéuticos se puede hacer la derivación a otros profesionales como psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales, etc., siempre y cuando tengan acreditación como terapeutas y estén bajo la supervisión de un médico psiquiatra.
PROBLEMAS COGNOSCITIVOS.
Los problemas cognoscitivos y de comunicación que son resultado de una lesión cerebral traumática varían de persona a persona. Estos problemas dependen de muchos factores, que incluyen la personalidad de un individuo, las habilidades de la persona antes del accidente y la gravedad del daño cerebral.
Los efectos del daño cerebral son generalmente mayores inmediatamente después de la lesión. Sin embargo, algunos efectos de la lesión cerebral traumática pueden ser confusos. El cerebro, inmediatamente después de una lesión, sufre hinchazones y una forma de "moretón" llamado contusiones.
Este tipo de daño es generalmente no permanente y las funciones de esas áreas de cerebro retornan una vez que el edema o el moretón desaparecen. Por consiguiente, es difícil predecir con exactitud el alcance de los problemas a largo plazo en las primeras semanas después de una lesión cerebral traumática.
El daño focal, sin embargo, puede dar lugar a dificultades permanentes a largo plazo. Un mejoramiento puede ocurrir en la medida en que otras áreas del cerebro aprenden a hacerse cargo de la función de las áreas dañadas. El cerebro de los niños es mucho más capaz de esta flexibilidad que el de los adultos. Por este motivo, los niños que padecen traumatismo cerebral quizás progresen mejor que los adultos con daño similar.
En las lesiones moderadas a graves, el edema puede causar presión sobre una parte inferior del cerebro llamada pedúnculo cerebral, que controla la conciencia--conocimiento--o la vigilia. Muchos individuos que padecen estos tipos de lesiones están en un estado inconsciente llamado coma. Una persona en coma quizás no sea completamente receptiva a cualquier tipo de estimulación como los ruidos fuertes, el dolor o el olor. Otros pueden moverse, hacer ruido o responder al dolor, pero desconocen sus alrededores. Estas personas no pueden comunicarse. Algunas se recuperan de un coma, volviéndose más alerta y capaces de comunicarse.
En los individuos conscientes, las deficiencias cognoscitivas a menudo incluyen problemas para concentrarse durante períodos variables, dificultad de organizar los pensamientos, confundirse o ser olvidadizo. Algunos individuos tendrán dificultad para aprender nueva información. Otros no podrán interpretar las acciones de otras personas y por consiguiente tendrán grandes problemas en situaciones sociales. En este caso, lo que dicen o lo que hacen estos individuos es a menudo inapropiado para la situación. Muchos experimentarán dificultades para resolver problemas, tomar decisiones y planificar. En algunos casos se daña la habilidad de discernir correctamente.
Los problemas de lenguaje también varían. Estos a menudo incluyen dificultad para encontrar palabras, formación deficiente de oraciones y a menudo extensas y defectuosas descripciones o explicaciones. Estos cubren la falta de comprensión o la incapacidad para pensar en una palabra. Por ejemplo, cuando se pide ayuda para buscar un cinturón mientras se está vistiendo, un individuo puede pedir "la cosa circular de vaca que usé ayer y anteayer". Muchos tienen problemas para entender el significado de chistes, sarcasmo y dichos o expresiones figurativas como, "cuando el río suena piedras lleva" o "más vale pájaro en mano que cien volando". Las personas con lesiones cerebrales traumáticas a menudo no tienen conocimiento de sus equivocaciones y pueden frustrarse o enojarse y culpar a la persona que está hablando de sus problemas de comunicación. Las habilidades para leer y escribir son, con frecuencia, menores que la destreza desarrollada para hablar o entender la palabra hablada. Las capacidades matemáticas sencillas y complejas también son afectadas.
El habla producida por una persona que tiene una lesión cerebral traumática quizás sea lenta, indistinta y difícil o imposible de comprender si las áreas del cerebro que controlan los músculos del mecanismo del habla han sido dañadas. Este tipo de problema del habla se llama la disartria.
Estos individuos también pueden experimentar problemas para tragar. Este problema se llama disfagia. Otros pueden tener lo que se conoce como apraxia del habla, una condición en la cual la fuerza y la coordinación de los músculos que controlan el habla no están deterioradas, pero el individuo tiene problemas para decir palabras más complicadas de forma continua. Por ejemplo, una persona que reiteradamente no puede decir la palabra "mañana".
Evaluación de los problemas cognoscitivos y de comunicación
La evaluación de los problemas cognoscitivos y de comunicación es un proceso continuo, en curso que involucra a varios profesionales. Inmediatamente después de la lesión, un neurólogo (médico que se especializa en trastornos del sistema nervioso) u otro médico puede realizar una evaluación informal, junto con una evaluación de la atención, la memoria y la capacidad de comprender y hablar. Una vez que se ha estabilizado la condición física de la persona, un fonoaudiólogo puede evaluar las aptitudes cognoscitivas y de comunicación, y un neuropsicólogo puede evaluar otras capacidades cognoscitivas y del comportamiento.
Los terapeutas ocupacionales también evalúan las aptitudes cognoscitivas relacionadas con la capacidad del individuo de realizar actividades cotidianas (ADL, por su sigla en inglés) tales como vestirse o preparar comidas. Un audiólogo debería evaluar la audición. Las evaluaciones continuarán a intervalos frecuentes durante el proceso de rehabilitación para que el progreso pueda ser documentado y actualizar los planes de tratamiento. El proceso de rehabilitación puede durar desde varios meses a un año.
Rasgos característicos de la enfermedad.
1. Pruebas evidentes de deterioro de la memoria a corto plazo (incapacidad para recordar el nombre de tres objetos al cabo de cinco minutos) y a lo largo plazo (incapacidad para recordar información que le era conocida y necesaria en el pasado o conocidos por todos).
2. Deterioro del pensamiento abstracto (dificultad para definir conceptos, semejanzas, significado de términos, etc.).
3. Deterioro de las capacidad de juicio (incapacidad de resolver problemas relacionados con la vida diaria, laboral, social, incapacidad de planificar, etc.).
4. Otros trastornos corticales superiores, como asfixia, apraxia, agnosia, y dificultades constructivas.
5. Modificaciones en la personalidad (alteración o acentuación de rasgos premórbicos).
6. Alteraciones de forma significativa en sus actividades laborales sociales y de relación.
Clasificación de los síntomas:
1- Cognoscitivos o neurológicos:
• Amnesia (95-100%).
• Afasia expresiva y receptiva (60-80%).
• Apraxia (75%).
• Agnosia (35-70%).
• Trastornos del aprendizaje, desorientación (75-90%).
• Convulsiones.
• Contracturas musculares.
• Alteraciones de los reflejos.
• Temblor.
• Incoordinación motora.
2- Funcionales:
• Dificultad para caminar
• Dificultad para comer.
• Dificultad para asearse.
• Dificultad para vestirse.
• Dificultad para realizar las tareas del hogar, y en general; las de la vida diaria.
3- Conductivas:
• Reacciones catastrófica.
• Cuadros de furor.
• Episodios maníaco-depresivos.
• Violencia.
• Apatía.
• Vagabundeo.
• Trastornos del sueño.
• Lenguaje obsceno.
• Alucinaciones.
• Ideación delirante.
• Robos.
• Paranoia.
• Trastornos de juicio.
• Conductas paradójicas.
• Trastornos sexuales.
• Inadaptación social.
• Trastornos de personalidad.
• Acatisia.
4- Síntomas asociados:
• Delirium.
• Alteraciones sensoriales.
- Auditivas.
- Visuales
- Gustativas
- Olfativas
• Otras patologías.
- Cardiopatías
- Artritis
- Artrosis
- Diabetes
- Osteoporosis
Alterados procesos cognoscitivos que conllevan a una NEE.
• Atención: Notable deficiencia en la capacidad para captar estímulos, dificultad para oír y atender temas, incapacidad para mantenerse concentrado durante una conversación y en todo lo respecte a cosas más abstractas.
• Concentración: Hay una concentración menos acertada con dificultades de seguir la corriente de un pensamiento, de mantener la mente aguda y la capacidad de procesar complejidades. La persona se encuentra retraída, no procesa ni capta la información como debería hacerlo.
• Pensar y Razonar: La persona piensa de una manera negativa, distorsionada, y de acuerdo a esquemas que crea automáticamente en contra de su integridad; su razonamiento es catastrófico, negativo y auto castigador.
• Percepción: Las personas con depresión miran su entorno según lo que refleja su estado interior, es por esto crean una visión negativa de todo lo que les ocurre.
• Memoria: En caso de depresión se ve afectada la memoria a corto plazo y también de retención y sondeo. “ La persona tiene dificultades en captar, retener, y almacenar cosas importantes, ya que no está a tono en cuanto a la atención, la concentración y el procesado que atribuye significado a las cosas.( Pablo Polischuck, 1992).
Como la EM puede afectar a cualquier parte del cerebro, puede causar alteraciones cognitivas, es decir, afectar a la memoria, la planificación, la previsión o la opinión. Muchas personas con EM presentan dificultades menores: se trata de signos sutiles que afectan al pensamiento abstracto, a la memoria, a la atención, a la búsqueda de palabras o al manejo de la información. Les surgen problemas para recordar ciertas cosas, así como para razonar y concentrarse. Muchas personas con este tipo de dificultades menores son conscientes de que las tienen, pero en algunos casos el paciente puede no comprender la situación e incluso puede negarla.
Tratamiento de los problemas cognoscitivos.
Los efectos que estos problemas tienen sobre la vida de una persona dependen en gran medida de hasta qué punto necesite utilizar su memoria y su capacidad para pensar con claridad en su vida diaria. Existen varias maneras de mejorar la memoria y la concentración:
• Evitar el estrés y el cansancio, ya que pueden deteriorar la concentración y producir fallos en la memoria.
• Acostumbrarse a hacer listas que ayuden a recordar las cosas; por ejemplo, lista de asuntos pendientes, lista de la compra, etc.
• Usar una agenda para citas y tareas importantes.
• Mantener un registro de mensajes.
• Organizar la casa y el lugar de trabajo para que todo esté en un sitio familiar.
• Elegir lugares silenciosos cuando para conversar, con objeto de evitar distracciones.
• Repetir la información necesaria y apuntar los puntos importantes.
• Asegurarse de que la familia y los amigos sean conscientes de estos problemas, para que puedan ayudar a superarlos.
• Si fuera necesario, pedir consejo o asesoramiento a un experto sobre cuál podría ser un empleo adecuado.
Los problemas cognoscitivos y de comunicación de la lesión cerebral traumática tienen una mejor evolución cuando son tratados tan pronto como se diagnostican; a menudo empezando mientras el individuo está todavía en el hospital. Esta terapia está centrada en aumentar las habilidades para estar alertos y para poner atención. Se centrará en mejorar la orientación de la persona, el lugar, el tiempo y la situación estimulando la comprensión del habla. El terapeuta proporcionará ejercicios de orales-motores en los casos donde el individuo tiene problemas al hablar y tragar.
La rehabilitación a largo plazo puede realizarse individualmente, en grupos, o ambos, según las necesidades individuales. Esta terapia a menudo ocurre en un centro de rehabilitación diseñado específicamente para el tratamiento de los individuos con lesión traumática cerebral.
Este tipo de entorno permite una terapia intensiva por parte de los fonoaudiólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y neuropsicólogos en un momento en el que el individuo puede beneficiarse mejor de tal terapia intensiva. Otros individuos pueden recibir terapia en sus casas o visitar a los terapeutas o en forma ambulatoria en un hospital, centro médico o centro de rehabilitación.
La meta de la rehabilitación es ayudar el progreso individual al nivel más independiente de funcionamiento posible. Para algunos, la capacidad de expresar las necesidades verbalmente en términos sencillos podría ser una meta. También la meta puede ser expresar las necesidades apuntando a imágenes. Para otros pacientes, el objetivo de la terapia puede ser mejorar la habilidad de definir palabras o describir las consecuencias de acciones o hechos.
La terapia se centrará en la recuperación de las habilidades perdidas, como también en enseñar maneras de compensar las capacidades que han cambiado permanentemente debido a la lesión cerebral. La mayoría de las personas responden mejor a los programas adaptados a sus antecedentes e intereses. Los programas de terapia más eficaces involucran a los miembros de la familia que mejor pueden proporcionar esta información. Los programas computacionales han tenido éxito en algunos individuos.
Los investigadores están estudiando muchos temas relacionados con los problemas especiales cognoscitivos y de comunicación experimentados por los individuos con lesiones cerebrales traumáticas. Los científicos están diseñando nuevas herramientas de evaluación para evaluar los problemas especiales con que se encuentran los niños que han padecido lesiones cerebrales traumáticas.
Dado que el cerebro de un niño es sumamente diferente del cerebro de un adulto, los científicos también examinan los efectos de diversos métodos de tratamiento que se han desarrollado específicamente para ellos.
Estas nuevas estrategias incluyen el uso de los programas de computación. Además, la investigación está examinando los efectos de algunos medicamentos sobre la recuperación del habla, el idioma y las capacidades cognoscitivas después de la lesión cerebral traumática.
DEMENCIA SENIL.
Palabra que proviene del (latín de-"alejado" + mens (genitive mentis)-"mente") es la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, debido a daños o desórdenes cerebrales más allá de los atribuibles al envejecimiento normal. Característicamente, esta alteración cognitiva provoca incapacidad para la realización de las actividades de la vida diaria.
Los déficits cognitivos pueden afectar a cualquiera de las funciones cerebrales particularmente las áreas de la memoria, el lenguaje (afasia), la atención, las habilidades visuoconstructivas, las praxias y las funciones ejecutivas como la resolución de problemas o la inhibición de respuestas. Durante la evolución de la enfermedad se puede observar pérdida de orientación tanto espacio-temporal como de identidad. La demencia puede ser reversible o irreversible según el origen etiológico del desorden.
La demencia es una enfermedad mental caracterizada por la perdida de la capacidad de la mente para llevar una vida normal. Afecta fundamentalmente a los ancianos que deben ser cuidados por sus familiares o personas dedicadas a ellos. Es muy habitual a partir de los 85 años, cuando afecta entre un 30 y casi un 50 % de todas las personas mayores de esta edad, pero ya comienza a manifestarse a partir de los 65 en un 6 u 8 % de las personas que superan esta cifra.
La demencia es una enfermedad que crónica y degenerativa que disminuye la calidad de vida del enfermo y supone un cambio en el entorno familiar del enfermo. Se debe distinguir la demencia del deterioro corporal que produce el envejecimiento.
La demencia se define como un síndrome adquirido y persistente de deterioro de varias funciones mentales superiores producido por patología orgánica en un paciente sin alteraciones del nivel de conciencia y que le produce una incapacidad en la actividad social y laboral.
La demencia cursa con pérdida de memoria asociada a otras alteraciones de la esfera mental (orientación temporospacial, lenguaje, personalidad, abstracción, etc.).
El estudio de las demencias tiene un interés creciente debido al aumento de las expectativas de vida, lo que está provocando un incremento de su prevalencia, muy variable según los diferentes estudios, y que se sitúa entre un 2-10% de los individuos mayores de 70 años.
La incidencia para todas las edades es de 85,1/100.000/año. Constituyen el 4% de las consultas neurológicas visitadas por el médico de Atención Primaria, de las cuales sólo se derivan uno de cada 10, lo que da una idea de que probablemente sea una patología infravalorada. Es importante señalar que la demencia no constituye un proceso único, sino que bajo este concepto se agrupan numerosas entidades de diferente etiología y pronóstico, algunas de ellas curables.
Los dementes según avanza la enfermedad pueden mostrar también rasgos psicóticos, depresivos y delirios. Dentro de los síntomas conductuales los primeros hallazgos consisten en cambios de personalidad o de conducta leves, que posteriormente se hacen más evidentes con cuadros de delirio o alucinaciones.
Los dementes suelen experimentar cuadros de confusión al ser hospitalizados o secundarios a otras enfermedades como infecciones o alteraciones metabólicas.
La demencia puede afectar el lenguaje, la comprensión, habilidades motoras, memoria de corto plazo, la capacidad de identificar elementos de uso cotidiano, el tiempo de reacción, rasgos de la personalidad y funciones ejecutivas.
Aunque la alteración de la memoria pueda, en una minoría de casos, no ser un síntoma inicialmente dominante, es la alteración típica de la actividad cognitiva en las demencias, sobre todo para la más frecuente que es la Enfermedad de Alzheimer, y su presencia es condición esencial para considerar su diagnóstico.
Tipos de demencia
Los tipos más comunes son:
Degenerativas o Primarias:
• Enfermedad de Alzheimer
• Enfermedad de Pick y otras demencias frontotemporales
• Demencia por Cuerpos de Lewy
Secundarias:
• Demencia vascular o Demencia multi infarto (antiguamente llamada demencia arteriosclerótica), incluyendo la enfermedad de Binswanger
• Complejo de demencia del SIDA
• Pseudo demencia depresiva
• Hidrocefalia normotensiva
• Estados de confusión aguda o delirio
• Hipotiroidismo
• Deficiencias de Vitamina B6 o B12
• Tumores
• Y en casos muy raros:
o Trauma cráneo-encefálico
o Enfermedad de Parkinson
o Enfermedad de Huntington
o Síndrome de Down
o Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
SÍNTOMAS DE LA DEMENCIA:
Entre los principales síntomas tenemos:
Perdida de la memoria: Constituye el primer síntoma de la aparición de la enfermedad. Incapacidad para acordarse de detalles sencillos en un principio para irse agravando con perdidas de memoria muy graves como el reconocimiento de las personas mas cercanas del ámbito familiar o las acciones realizadas en un pasado reciente o remoto.
Problemas de lenguaje: Incapacidad de comunicación, de comprensión lectora, imposibilidad de uso de la escritura, incapacidad de mantener una línea lógica en el pensamiento, Incapacidad para expresar lo que se piensa, repeticiones, balbuceos uso de palabrotas, etc.
Problemas motores: Incapacidad para usar las habilidades manuales adecuadamente, torpeza en los movimientos, imposibilidad de ponerse la ropa, tendencia a caerse, etc.
Problemas físicos: Incapacidad de controlar la orina, dificultad para comer, etc.
Problemas de lógica mental: Incapacidad de comprensión, incapacidad de concentración, incapacidad de reconocimiento o de aprendizaje, incapacidad de abstracción o de planificación, etc.
Problemas de personalidad: abandono personal, síntomas de depresión, apatía hacia lo que le rodea, timidez, nerviosismo, conductas obsesivas, ilusiones exageradas, conductas agresivas, etc.
Trastornos del sueño: Insomnio, tendencia a dormirse durante el día, propensión al "echar cabezadas", etc.
CAUSAS DE LA DEMENCIA:
Las dos principales causas de la demencia son:
- Alzheimer: Constituye la causa principal de la demencia ya que entre el 50 y el 75 % de los casos de demencia se producen a causa de esta enfermedad.
- Demencia vascular: Constituye entre el 50 y el 25 % de los casos de demencia. La demencia vascular supone un deterioro de la circulación sanguínea en el cerebro lo que determina una perdida de sus funciones.
Otras causas menos habituales que pueden producir esta enfermedad son:
- Tumores en el cerebro.
- Infecciones.
- Esclerosis múltiple
- Parkinson
- Sida
- Hidrocefalia
- Golpes en la cabeza
- Enfermedad de Lyme
- El alcohol u otras toxinas
- La falta de vitamina B12
La demencia con los cuerpos de Lewy (DBL) es una causa importante de demencia en adultos mayores. Las personas con esta afección tienen estructuras proteínicas anormales en ciertas áreas del cerebro.
Las estructuras y síntomas de esta afección son similares a las de la enfermedad de Alzheimer, aunque no está claro si la DBL es una forma de este mal o es una enfermedad aparte. No existe cura para la DBL o el mal de Alzheimer.
Las afecciones que provocan daño en los vasos sanguíneos o en las estructuras nerviosas del cerebro también pueden llevar a que se presente demencia.
Las causas de demencia que se pueden tratar abarcan:
• Tumores del cerebro
• Demencia de origen metabólico
• Infecciones
• Niveles bajos de vitamina B12
• Hidrocefalia normotensiva
• Afecciones de la tiroides
La demencia generalmente ocurre en la edad avanzada, es poco común en personas menores de 60 años y el riesgo de padecerla se incrementa a medida que la persona envejece.
Síntomas
Los problemas pueden involucrar el lenguaje, la memoria, la percepción, el comportamiento emocional o la personalidad, y las habilidades cognoscitivas (tales como el cálculo, el pensamiento abstracto o el discernimiento). La demencia usualmente aparece primero como mala memoria.
Los síntomas abarcan:
• Cambio en la sensibilidad o percepción
• Cambio en los patrones de sueño
o perturbación o cambio del ciclo sueño-vigilia
o insomnio
o necesidad de dormir más
• Disminución de la capacidad para resolver problemas y de la capacidad de discernimiento
• Desorientación
o persona, lugar, tiempo
o incapacidad para interpretar claves ambientales
• Trastornos del aprendizaje o resolución de problemas
o deterioro de la capacidad para calcular
o incapacidad para aprender
o incapacidad para el pensamiento abstracto
o incapacidad para generalizar
• Deterioro del reconocimiento (agnosia)
o deterioro del reconocimiento de objetos o personas familiares
o deterioro del reconocimiento de cosas a través de los sentidos
• Ausencia o deterioro de la capacidad lingüística (afasia)
o incapacidad para formar palabras
o incapacidad para nombrar objetos
o incapacidad para leer o escribir
o incapacidad para repetir una frase
o incapacidad para hablar (sin parálisis muscular)
o incapacidad para comprender el lenguaje
o deterioro en las habilidades lingüísticas
o repetición persistente de frases
o enunciación deficiente
o discurso inapropiado, uso de jerga o malas palabras
• Problemas de memoria
o incapacidad para recordar nuevas cosas (problemas con la memoria a corto plazo )
o incapacidad para recordar el pasado (problemas con la memoria a largo plazo)
• Problemas del sistema motor
o anomalías en la marcha
o deterioro de la destreza motora (apraxia)
incapacidad para copiar figuras geométricas
incapacidad para imitar posiciones de las manos
incapacidad para vestirse por sí solo
o movimientos inapropiados
o otros problemas del sistema motor
• Ver o escuchar cosas que no existen (alucinaciones) y tener ideas falsas (delirio)
• Confusión seria
• Cambios de personalidad
o ansiedad
o disminución de la capacidad para cuidar de sí mismo
o disminución del interés por las actividades vitales diarias
o depresión
o comportamiento o estado de ánimo inapropiado
o irritabilidad
o indiferencia (afecto plano)
o inflexibilidad
o sólo preocupado por sí mismo (egocentrismo)
o control deficiente del temperamento
o incapacidad para desenvolverse o interactuar en situaciones personales o sociales
o incapacidad para conservar el empleo
o incapacidad para tomar decisiones
o aislamiento de la interacción social
• Falta de espontaneidad
• Incapacidad de concentración
Otros síntomas que pueden ocurrir con la demencia son:
• Incontinencia
• Problemas para deglutir
Signos y exámenes
Se pueden llevar a cabo los siguientes exámenes y procedimientos:
• Nivel de B12
• Niveles de amoníaco en la sangre
• Química sanguínea ( Chem 20)
• Gasometría arterial
• Análisis del LCR (líquido cefalorraquídeo)
• Niveles de drogas o alcohol ( examen toxicológico)
• EEG (electroencefalograma)
• Examen de glucosa
• TC de la cabeza
• Pruebas de función hepática
• Exámenes del estado mental
• IRM de la cabeza
• Calcio sérico
• Electrolitos séricos
• Pruebas de la función tiroidea
• Nivel de la hormona estimulante de la tiroides
• Análisis de orina
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es controlar los síntomas de demencia y depende de la afección específica causante de esta enfermedad. Algunas personas pueden requerir hospitalización por un corto tiempo.
La suspensión o el cambio de medicamentos que empeoran la confusión pueden mejorar la función cerebral. Los medicamentos que contribuyen a la confusión son, entre otros:
• Anticolinérgicos
• Depresores del sistema nervioso central
• Cimetidina
• Lidocaína
• Medicamentos para el dolor ( analgésicos)
El tratamiento de afecciones que pueden llevar a la confusión a menudo puede mejorar enormemente el funcionamiento mental. Tales afecciones abarcan:
• Anemia
• Disminución de oxígeno (hipoxia)
• Depresión
• Insuficiencia cardíaca
• Infecciones
• Trastornos nutricionales
• Trastornos de la tiroides
Pueden requerirse medicamentos para controlar problemas de comportamiento. Dichos medicamentos pueden ser:
• Antipsicóticos
• Inhibidores de la colinesterasa (donepezil, rivastigmina, galantamina) para la demencia de tipo Alzheimer
• Bloqueadores de la dopamina (como haloperidol, Risperidal, olanzapina, clozapina)
• Estabilizadores del estado de ánimo (fluoxetina, imipramina o citalopram)
• Fármacos que afectan la serotonina (trazodona, buspirona)
• Estimulantes (metilfenidato)
Se deben evaluar regularmente los ojos y oídos de la persona y es posible que sea necesario suministrar audífonos, anteojos o llevar a cabo una cirugía de cataratas.
La psicoterapia o la terapia grupal generalmente no ayudan porque puede causar más confusión.
Tratamiento a largo plazo
Una persona con demencia puede necesitar vigilancia y asistencia en el hogar o en una institución especializada. Las posibles opciones son, entre otras:
• Guarderías para adultos
• Internados
• Hogares de convalecencia
• Cuidados en el hogar
Los miembros de la familia pueden conseguir ayuda para el cuidado de la persona con demencia de:
• Servicios de protección de adultos
• Recursos comunitarios
• Servicio doméstico
• Enfermeras o ayudantes de cabecera
• Servicios voluntarios
En algunas comunidades, puede haber acceso a grupos de apoyo (ver grupos de apoyo para el cuidado de ancianos) y el asesoramiento a la familia puede ayudar a sus miembros a hacer frente a los cuidados en el hogar.
Otros consejos para reducir la desorientación:
• Tener objetos y personas familiares alrededor
• Dejar las luces encendidas en la noche
• Brindar claves ambientales y otras claves con orientación de la realidad
• Recompensar conductas apropiadas o positivas e ignorar las inadecuadas para controlar conductas inaceptables o peligrosas
• Ceñirse a un horario de actividades simple
Un documento de voluntades anticipadas, un poder legal y otras acciones legales pueden facilitar la toma de decisiones respecto al cuidado de la persona con demencia. El asesoramiento legal se debe buscar al comienzo del curso del trastorno, antes de que la persona con demencia sea incapaz de tomar tales decisiones.
Expectativas (pronóstico)
La demencia generalmente empeora y con frecuencia provoca una disminución en la calidad y expectativa de vida.
Complicaciones
Las complicaciones dependen de la causa de la demencia, pero pueden abarcar las siguientes:
• Abuso por parte de un cuidador demasiado estresado
• Aumento de las infecciones en cualquier parte del cuerpo
• Pérdida de la capacidad para desempeñarse o cuidar de sí mismo
• Pérdida de la capacidad para interactuar
• Reducción del período de vida
• Efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratar el trastorno
Situaciones que requieren asistencia médica
• Se debe consultar con el médico si se presenta demencia o un súbito cambio de estado mental.
• Se debe consultar con el médico si el estado de una persona con demencia empeora.
• Se debe consultar con el médico si la persona se siente incapaz de cuidar de un paciente con demencia en el hogar.
Prevención
La mayoría de las causas de la demencia no se pueden prevenir.
El hecho de consumir una dieta baja en grasa, dejar de fumar y controlar la presión arterial y la diabetes pueden reducir el riesgo de padecer demencia vascular, que es causada por una serie de pequeños accidentes cerebro vascular. El consumo de una dieta baja en grasa y hacer ejercicio de manera regular también puede reducir el riesgo de demencia vascular.
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